Renuncia a una vida propia.
La hiedra que abraza el tronco de un árbol y que crea una hermosa estampa, pero que en realidad lo que hace es asfixiar a quien era libre sin tanto adorno.
La foto que hice a ese edificio en ruinas ,a ese mirador de ensueño, huérfano de princesa con larga trenza...
Mi vida que es la mía pero que he decidido que no me gusta, o al menos que no me llena.
Desnudarse sin quitarse la ropa ante alguien que no te conoce.
Llorar por verdades que no osas decir por si te censuran.
Ir a cuerpo descubierto y con el corazón en la mano.
No llevar pañuelo porque esta vez no vas a llorar y terminar como recién salida de un after.
Inyectarse de fantasía para no morir de realidad.
Sonreír para ocultar al mundo que la verdad es que estás cansada de llevar el peso del mundo sobre los hombros.
No verte porque ya ...ni eres.
Te mata la falta de humanidad, te hiere la soledad de otros y la fragilidad de aquellos que hicieron historia y son y serán Anónimos.
Empatizo con la gente que recala en mi diván, no tengo un tiempo establecido entre "paciente" e "impaciente" pero es cierto que a veces me alargo porque tengo la certeza de que seré la única persona que les escuche hoy, que les pregunte hoy, que antes de irse le regalaré un piropo.
Es curioso el ser humano; sus carencias, sus grandezas, sus miserias, que las hay y muchas.
Y es paradójico tener que decir que añoro ser, solo yo.
Suena ridículo pero llevo toda la vida construyendo muchas cosas sin ser arquitecto y al final lo único que quiero es ser simplemente, Ángela.
Sin las otras etiquetas: madre de , hija de, vecina, la de seguros...
Hay que quitar la hiedra que te asfixia.
Pues ya saben.
A veces me gustaría ser y .
*Reflexión de un 1 de mayo que en el pasado sirvió para hacernos más libres.
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