Tatúame pero en el alma 31

 "Vive el momento y hazlo tuyo"







Pues bien, Hache se ve rodeado de todos los suyos en ese momento y no se siente vivo. Más bien los gráficos que acompañan toda las palabras de su mánager le están llevando hacia un coma profundo de indiferencia.

"Infinito" y "Ella" son los temas  más descargados, los más escuchados y los más compartidos en el ciberespacio .

El nombre de futuribles para la grabación del clip  ha hecho que Álvaro , le haya dejado a un paso de sufrir un neumotórax , de las veces que le ha ido dando codazos según enseñaban los diferentes books de pechugonas y asociadas S.L.U.

A ver que las modelos no son el problema, el problema es que ellas no son ni por asomo su Ella.

Álvaro que sabe lo que le pasa al Bro, avisa al resto de Avante y se levantan dejando a Huguito revisando una pista de audio.

Álvaro expone el "asunto" a los demás. Todos se giran para mirar a Hache como con pena. La pobre estrellita que no va a conseguir que la ojazos le de una oportunidad.

-¡Es que se nos fue la pinza en el yate!- Alvarito que intenta así quitarle hierro al momento abordaje.

Los demás que le  miran y se muerden la lengua porque saben que el Álvaro tiene tela . Sobre ellos planea una fecha y un lugar para el lanzamiento mundial del nuevo disco.

Hugo se ha cansado de nuevo de esa parte de la industria, de la menos personal. De esa en la que los del dinero mandan y uno tiene que obedecer, pero esta vez la modelo no puede ser una que esté en ningún catálogo, porque ella no se ajusta a ningún estereotipo y mire hacia donde mire, sobre todo cuando suena Infinito solo puede volver a la cala, a mirar hacia el mar y verla a ella, alzarse como un delfín, con el agua brillando sobre su piel tatuada como si fueran diamantes, miles de brillantes que hacen de la luz arcoiris...

Un codazo y Hache que aterriza.

-¡Otro más y te corto los kinder!

La mirada a Alvarito ha sido más clara que sus palabras.

-Si la quieres a ella. La tendrás.

Y dándole palmaditas conciliadoras en la espalda hace que Hugo vuelva a prestar atención al briefing.

Ibiza, 26 de agosto.

La fecha del concierto .

Es lo único que va a saber a ciencia cierta, si la tendrá a ella...tal vez en sueños. Solo en  sus sueños.

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Karma  ha entrado en el despacho de  la galerista sin esperar a que la anuncien  y le  ha dicho a la teutona lo que puede hacer con su exposición transoceánica y  le ha dado indicaciones precisas de por dónde se puede meter su falta de profesionalidad

Sintiéndose mejor. Mucho mejor, ha salido y ha configurado el GPS.

En veinte minutos de tiempo a una le puede cambiar la vida, pero a Karma el carácter, va a ser que NO.

Se ha plantado sin pensar delante de la cancela del casoplón del Keller, donde dos guardias de seguridad con pinganillo y más cara de mala leche que la de ella, la miran a través de gafas con cristal de espejo.

Ella les aguanta la mirada desde un plano superior, ya que no piensa irse de allí sin ver al piji del guiri. Así se lo hace saber a esas torres gemelas llenas de anabolizantes.

Y la cancela se abre y ella mete primera y les hace una peineta al sobrepasar la garita .

Keller, que puede ser muchas cosas, pero sobre todo es un caballero, la está esperando en la entrada como si ella fuera la protagonista de un dramón decimonónico. El señor a las puertas del castillo y ella bajando de la destartalada carroza con un trapo que en esa casa ni serviría para limpiar cristales.

-¡No soy tuya!- Karma que le clava el índice en el externón con rabia.

Keller que la  mira y espera que la ira la abandone.

Ella es fuego. Arde de rabia 

Es hermosa . Ella y su lema de no querer pertenecerle a nadie, pero como todo buen artista, se desnuda en silencio en cada una de sus obras.

Habla tan rápido que no se da cuenta que está mezclando varios idiomas.

 Por lo visto se le dan de lujo los insultos en al menos cinco lenguas.

Él sigue impertérrito ante el ataque. Como si la Tramontana se hubiera apoderado de la isleña.

Y entonces silencio.

Ella que ha perdido el vapor se le queda parada de frente.

Y sus ojos que le centran como si de repente algo se hubiera reconectado en el cerebro.

Como si él fuera de repente la presa y ella le tuviera bien centrado en la mira telescópica.

Keller que nota su sangre fluir más densa, más deprisa. Porque la está leyendo como lo ha hecho desde la primera vez que se encontraron. 

Siempre estuvo destinado a ocurrir. Había una corriente que les arrastraba a ese instante.

Y Karma sigue parada porque es como todos los genios , un cúmulo de contradicciones.

Nadie puede detener al universo. 

Él lo sabe así que se gira y entra en la casa dejando la puerta abierta.

Ella le va a seguir.

Y por eso va despacio, saboreando el momento.

Orquestando los movimientos, paladeando cada uno de los pasos de su rendición.

Karma se ha quedado mirando hacia el hueco de la puerta y aunque la ira le ha hecho encenderse como Juana de Arco en la hoguera, ahora que él se ha ido, solo siente frío.

Y aunque no entiende nada, siente la necesidad de seguir a ese hombre, a sabiendas de que es un ERROR.

Y se mece sobre los pies y se abraza fuerte.

Sigue enfadada.

 Con el mundo, con todos y con  todo.

Y quiere llorar, pero ella no es de ese tipo de personas.

Y mira por encima del hombro y ve el océano.

Quiere y a la vez no , cruzar el dintel.

No debería de haber llegado hasta allí.

Tendría que haber sopesado las consecuencias de sus actos.

La melodía de una canción que vuelve a ella. El recuerdo de aquel instante efímero que él ha hecho inmortal.

Y su rabia vuelve.

Y un paso  le lleva a dar otro. Y éste a dar otro más.

Y sin saber cómo ya ha cruzado el vestíbulo.

Sabe perfectamente el camino porque el olor de él es inconfundible. Porque de repente se ha convertido en Ulises que vuelve a por Penélope.

Y con la cabeza bien alta llega al fin, al final de un pasillo ,donde unas dobles puertas permanecen abiertas a modo de invitación.

Karma ve a Keller en el balcón, con la camisa blanca ciñéndose a su poderosa espalda . Como si ni los elementos pudieran resistirse a él.

Ella se queda justo en el límite. A un paso de dejar atrás la seguridad que le da un techo sobre su cabeza o la caricia de las cortinas que bailan a su lado.

Keller es consciente de su presencia. Y se gira. Vuelve a mirarla como lo lleva haciendo desde la primera vez. Con hambre.

Y Karma que sabe que solo  hay una forma de terminar con la tentación, da un paso hacia delante, para caer en ella.







*Siempre nos equivocamos dos veces con las personas a las que amamos, primero a su favor y luego en su contra decía Camus.







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