Tatúme pero en el alma 24
"El azar tiene muy mala leche y mucha ganas de broma"
¡Madre mía, cómo es el barco, como el del tal Abramóvich!
Una torre enorme de cinco pisos que Karma no entiende como puede atracar sin quedarse en el fondo rocoso .
La brisa juega con la gasa de su vestido que ondea como la bandera que enarbola el botecito.
Todo son sonrisas e inclinaciones de cabeza.
Han puesto una alfombra roja y están prendidos faroles con velas a la subida de las escaleras.
Hay un cuarteto de cuerda en cubierta. Donde han dispuesto una mesa y una camarera las recibe con un cocktail, un margarita helado.
Karma se lo bebe como si fuera un chupito.
-Tranquila Karma, Él es muy agradable y está del todo impresionado.
Los ojos grandes de ella que miran hacia la copa de la galerista, que si no se la va a beber porque son tropecientas mil calorías, bien se la podía ceder a ella. La barbie alemana no debe de comer más que apio y alfalfa, porque desde que Nova la conoce esa mujer no ha cogido ni un gramo en esa cintura de avispa ni luce una sola línea de expresión en su medio siglo de fräulein.
A Karma le ponen otra copa en la mano y ella como no sabe que hacer con ella, se la bebe también.
Y la ha dejado sobre una bandeja cuando siente como si el aire cambiase. Más pesado, más cálido, cargado de ...
Se gira. Y ante ella , otra vez, él.
Su mirada azul. Su sonrisa que ahora resplandece más sobre el bronceado casi mediterráneo que luce su piel.
El traje de verano que se abraza a él como una amante.
A ella la mira como si él lo fuera ya. Y Karma se siente desnuda, expuesta. Enka se ha acercado ya hacia Mr. Keller. Y Ella que sabe que hablan de ella porque ambos la miran. Pero a Karma le han empezado a pitar los oídos y se siente tan expuesta como incómoda.
Duda un instante en irse, pero se da cuenta de que el barco , ha zarpado ya. Y deja que Enka la guíe ante Keller y él le tiende la mano.
Ella debe responder al gesto. Y le da la suya que está como siempre que está ante él, helada.
Y de nuevo esa sensación de infierno. Él que acaricia la muñeca y a ella que se le dispara el pulso. Entonces se inclina y la besa en la mano, pero no un beso ficticio. No. Keller se recrea. Posa su boca e incluso aprovecha que solo ella está mirando para demorarse allí, para morder ligeramente esa piel sensible.
Y Karma da un paso atrás mientras sus pezones se revelan manifestando contra la gasa su sincera opinión.
Keller se fija en ellos al volver a su postura. Y el color de sus ojos se torna más oscuro y la mira diciendo sin palabras lo que lleva tres rounds pidiendo sin ser escuchado,
Karma que reza todo lo que sabe para que venga salvamento marítimo, un tsunami o el apocalipsis zombie.
Pero no.
Enka que está feliz de haberse conocido monopoliza la conversación y Karma se lo agradece. Busca con la mirada un camarero y éste entendiendo, le trae otro margarita.
-¡Venga Karmita, mija, un mariachi!- Su cabeza que está allí pero que quiere estar en otra parte.
Y se sientan a la mesa y ella que les sigue.
Keller a su lado , claro. Porque son tres y de todas todas, le toca , sí o sí.
Y el inglés que tiene aplomo es capaz de negociar con la marchante y hacerle a ella el amor con la mirada en el mismo espacio tiempo.
Comienza el catering y Karma se disculpa porque está mareada y no es precisamente de los vaivenes del barco.
La acompañan por un laberinto de pasillos hasta un baño. Es más grande que el suyo propio, perita Karma.
Decide refrescarse con una toalla porque el guiri más el José Cuervo la han dado hasta febrícula.
Se apoya contra las losetas de mármol y cuando cree que es hasta grosero permanecer más tiempo allí escondida decide salir.
Mala idea.
Una muy mala idea no haber ido en grupo al aseo.
Él está afuera esperando. Apoyado como si fuera un agente secreto al servicio de su Majestad.
007 el empotrador hecho hombre. ¡Y qué hombre!. La Terre sabe y punto.
-Creo que empezamos con mal pie.
-Hombre el "yo miro" sonó a sobradito.-La boca chancla de Karma que dispara a dar, ayudada por los cuatro copazos.
Keller que no puede evitar sonreír.
-Sigo pensando que eres digna de mirar.
Le hace un gesto con el dedo índice para que ella se gire.
Y Karma que es por naturaleza desobediente va y ejecuta una pirouette. La gasa se eleva del suelo y la sigue besando las curvas de su cuerpo y cayendo en una cascada cuando vuelve a su lugar.
-Eres inclasificable. Tú, tu arte, ese cuerpo.
Karma se siente de repente adorada. Él ha dado un paso y con la mirada le pide permiso para tocarla.
Y de nuevo ese sí pero no. Su mente dictando un mandato y su cuerpo haciendo lo que le sale de dentro.
Sus manos ya están sobre su espalda desnuda, donde la hiedra la cruza de lado a lado. Y Keller da otro paso más y pega su poderosa anatomía a la de ella. Y de nuevo reclama su cuello. Ese punto donde su pulso ya errático danza como si fuera Shakira.
Escuchan como el ritmo de una fiesta rompe el silencio. Debe de haber un barco muy cerca. Keller la insta a volver a cubierta y Karma deja que coloque su mano sobre su brazo.
Todo un caballero inglés.
Caminan en silencio.
Y retira su silla para que se siente. Y Karma lo va a hacer cuando al girarse y fijarse en el barco que tienen en paralelo ella ve a alguien que cree reconocer.
Y se dirige a la barandilla y sí, en efecto. es él.
Inconfundible su altura, su porte, su cabello largo. Y su risa. el mar arrastra su risa y también la canción que ya suena en todo el mundo.
Enka también se ha acercado a mirar porque vaya espectáculo que tienen organizado en el barco vecino.
Y algo comenta la galerista mientras Karma sigue mirando a Hache . Hugo que tiene a una rubia enganchada a su cuello como una boa constrictor . El madriles que sonríe como si aquella le estuviera contando el mejor chiste del mundo. El pijales que se carcajea y entonces. Sus miradas cruzan un mar.
Y ella, ella. Tan ella, Alza el dedo corazón al aire y en silencio dibuja con los labios.
-¡Qué te den!
Comentarios
Publicar un comentario