Tatúame,pero en el alma 11
Solo se escucha el sonido del motor de la máquina que va marcando la piel. Y Karma suelta alguna sonrisilla cuando el ojos guapos pone caretos.
Porque H y el dolor como que regulín.
El fliper quería tatuarse el bíceps, pero viendo como venía, mejor algo más light, que el madriles puede parecer una secuoya, pero solo lo parece.
Karma no le ha dejado opinar por mucho que él le mostrase pantallazos de otros tatus.
Karma lo ha dibujado mientras esperaba y sabe exactamente en qué parte de su cuerpo se lo va a poner para delirio de las incautas.
Vaya piel que tiene el H. Es suave y deja que la tinta entre como si fuera hecha para ser decorada.
Está disfrutando lo que no está en los escritos pegada a él . Su piel huele a fruta y a verano. Es cálida al tacto. Y aunque lleve guantes, nota su calor y de vez en cuando asciende por zonas por donde no le toca estar solo por gusto, él se mueve inquieto. Está siendo mala, malísima. Está en modo tortuga , alargando al máximo ese momento.
Hugo que ya no sabe cómo ponerse para que Karma deje de hacer lo que está haciendo sin querer.
La camiseta es demasiado escotada. Y la niña cómo que ha olvidado ponerse ropa interior. Y él no quiere, pero cada vez que moja la aguja en la tinta, la tela se separa del pecho.
Y él tiene un primer plano de peli porno.
¡Y es un tío, joder! Y hay algo que está más que contento con las vistas y saluda con efusividad contra las costuras del vaquero.
Karma le toca y él nota correr la sangre en torrente lejos de su cabeza.
Y le respira sobre la piel.
Calor .
De repente le sopla.
Y le mira y se ríe como si fuera la Salomé bíblica haciéndole pagar por sus andadas con las grupis.
Le ha puesto una especie de biombo para que no vea lo que le está tatuando.
Puede que esté cometiendo el mayor error de su historia vital. Pero está cansado de seguir órdenes y aquel impulso le ha roto los esquemas.
Se siente bien allí. Rodeado de esbozos fantásticos que han salido de esas manos que siguen haciendo lo que sea que estén haciendo.
No lo va a poder decir en voz alta, pero ojalá durase la noche entera. Ella le da equilibrio. Karma no pregunta y sin embargo parece tener todas las respuestas.
Ella que vuelve a estirarse para alcanzar otro color y un pezón perfecto le señala acusador.
Y a Hugo le entra un hambre primitivo. Y se remueve en la camilla.
-Como sigas así machote. Moviéndote, no voy a ser culpable de que parezca que llevas una escalera de caracol en el antebrazo.
-¡Si es tu culpa!
Karma que se gira y le mira a los ojos.
No dice nada solo espera a que él le explique dónde está esa culpa.
H no sabe como decirlo sin parecer un niño de colegio bien.
Señala con su dedo índice hacia ella.
Karma que se mira y no ve nada raro.
Bueno la camiseta tiene un dibujo un poco contestatario con un gran dedo índice en alto.
Karma que tira de la camiseta como buscando una mancha.
Hache que tiene ahora una excelente vista de la maja desnuda tal como la vio Goya. Y se pone colorado. El escote es demasiado desbocado.
Y a él se le cae la mandíbula porque la canija está para exhibir en el Prado, o en una cama. En la suya puestos a pedir.
Le manda a su cabeza que no vaya por ahí.
De repente Karma consigue sumar 1+1 y le sale:Dos.¡UPS!
-¡Hugo joder, qué solo son tetas!
Y ya.
Karma que sigue con la aguja esta vez con algo más de saña ignorándolo por completo mientras en el ambiente comienza a sonar la voz inconfundible de Tino Casal.
-Un huracán...
Pues eso es Karma. La rosa de todos los vientos.
Y entonces siente que el motor se para. Que ella se separa, se levanta. Coge un gel y un rollo de servilletas y más cosas que él suele ver en la cocina.
Siente el frescor en la piel .
Como ella le retira lo que sea que le ha puesto sobre el dibujo que él nota que es grande. Y entonces le quita el biombo y ve lo que ella ha diseñado, solo para él.
Y Hugo se ve reflejado en ese dibujo de notas, de la clave de sol y del electrocardiograma que se supone que le hace ser él.
La Música .
El binomio perfecto.
Tan especial como ese tatuaje, que le representa todo.Y que ahora también es ella.
Hugo mira a Karma y sin dudarlo estira el otro brazo, la coge por la nuca y salva la distancia rumbo a su boca.
Hache la besa como solo lo sabe hacer alguien que pone quien es en todo lo que hace. Con el alma.
Y el mundo se para y a Karma, a Karma le da absolutamente igual.
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