Tatúame, pero en el alma 10
Los gatos primero te roban el corazón , luego la comida, y por último la cama.
Karma que pensaba que ya no podía seguir con los tatuajes ñoños hasta que llegó el martes de ni te cases ni te embarques.
Cuando una loca pedía un gato, luego otras venían detrás, desaforadas. Non stop.
Karma cerraba los ojos y otro minino más.
Una huella, un perfil, uno de lado, dos con las colitas formando un corazón.
Odiaba los gatos en todas las posturas, en todas sus formas y colores. Y a sus fans.
Otro día para olvidar.O éso creía ella cuando su teléfono comenzó a bailar la danza de los siete velos.
Se le había olvidado silenciarlo, así que, Adam cantaba Lost stars y ella se lanzó de cabeza y una sonrisa tontuna se instaló en su cara al leer la consonante.
H.
Karma que se sopla el flequillo como si él pudiera verla, sin darse cuenta, se coloca bien la camiseta y descuelga.
-Hola-Se escucha al otro lado.
- Madrilesssss.
Ella y su idiosincrasia.
-¿Qué haces?
-Gatos.
Un silencio al otro lado de la línea
-¿Y eso?
-No sé, la luna o el día de San Garfield.Nunca se sabe bien con estos guiris.
H que no puede evitarlo y rompe a reír.
-¿A qué hora terminas?
-¿Ya?
Ella que contesta sin mirar la hora.
Él que parece no saber cómo actuar.
-Me quiero hacer algo.
-Mira pijales, esto no es como ponerte unas mechas. Ésto dura más que muchos matrimonios.
-¿Te han dicho alguna vez que tienes alma de poeta, canija?
Karma que se mira en uno de los espejos del estudio.
-Gloria Fuertes me llaman
H que vuelve a reír.
-Va en serio Karma. Me ha encantado el tuyo.
Ella que le va a definir lo que le ha encantado a ella de él, pero decide morderse la lengua.
-Pásate. Cierro a las 8. Te mando ubicación.
Y Karma que le cuelga sin despedirse.
Y Hugo que se queda con el móvil en la mano sin dar crédito de lo que está a punto de hacer .
Y mira hacia donde señala el icono de localización.
Y se pone a buscar por la red algo que pueda gustarle para inmortalizar sobre su piel.
Y como tiene tiempo se deja caer en una de las tumbonas de la piscina.
Maxi, su representante le está observando desde la puerta del salón. Nota a H un poco más taciturno de lo normal, pero mucho mejor que cuando llegaron a la isla.
Le ha visto en el estudio con la guitarra otra vez. Se ha sentado también al piano y lo que suena es muy diferente al registro al que le tiene acostumbrado.
Maxi cree que por ahí puede que lleguen de nuevo los premios. Le ha grabado mientras ensayaba y ya lo ha filtrado.
#infinito ya es trending topic.
No sabe bien a qué se dedica Hugo cuando sale con la moto. Pero sea lo que sea, por él que siga con ello. Huele a disco de oro. Y él raramente se equivoca.
H que se levanta y sale en dirección al garaje.
Escucha al rato el motor de la moto que cruza el patio y sale al abrirse el portón de acceso.
¡Qué vaya tras su musa! Piensa mientras se mete en la casa.
Karma ha dejado la persiana a medio bajar.
En ella se ve un zigurat que recordaba de haberlo visto en la Biblia . La torre de Babel.Cuando Dios castigó a los osados que querían hacer una torre que llegase al cielo. He iban por buen camino, estuvieron tan cerca que como mal ante su soberbia,les castigó haciéndoles hablar cada uno en un idioma para que no pudieran comunicarse y así dejarla inconclusa. Y ella lo representó como lo recordaba en su persiana .
H vio el graffiti de una ejecución brillante y verista. Y entró mientras la llamaba .
Ella estaba en la recepción esperando. Tachando algo de un calendario gigante.
-¿Algo digno de reseñar? Hugo que pregunta para romper el hielo
-Que queda un día menos de verano.
Hache que no entiende
-Mis vacaciones comienzan cuando terminan las de los demás.
Hache que por fin asiente.
-¿Y en la isla blanca éso es...?
En Octubre ya podemos decir que nos habéis dejado en paz, pero yo este año, me voy a pirar en Septiembre.
-¿Y eso ,canija?
Karma que le mira con esos ojos oscuros que te taladran el alma.
-¡No me seas tú también! Tengo planes.
Hugo que siente la necesidad de tocarla.
Y gracias a que su camiseta es muy abierta recorre por primera vez con el índice la hiedra que le surca el costado.
-Es arte.
Dice él mientras sigue el intrincado diseño sin que ella ponga objeción.
-Y el tuyo también lo será.
Le da un cachete en la mano para que la quite.
-¿Tú qué me harías?
Y Karma que le mira y se queda colgada de sus pupilas verdes una eternidad.
-¿Confías en mí?
Y él que no duda pero tampoco habla.
Y ella que le hace un gesto con la cabeza para que le siga.
Y él que como Ulises se ve tentado por la sirena.
Y al contrario que el rey de Ítaca, H se deja convencer.
¡Condenada mujer!
Comentarios
Publicar un comentario