Siempre hay tiempo para el romance

Muchas veces el problema está en que tu corazón se niega a admitir lo que tu mente ya sabe.


Dicen que el AMOR es solo una palabra, hasta que viene alguien y le da sentido.
He visto la luna llena conquistar ufana la oscuridad del cielo, encendiendo miles de estrellas.
He visto las olas pasearse sin prisa, pero con rabia , sobre piedras que creen que son inexpugnables, hasta que baja la marea y ves que el reiterar , que la constancia, que la perseverancia han dejado su huella allí.
No hay tiempo nos decimos.
No existe nada más que todas las obligaciones que nos colgamos a modo de medalla. El trabajo, los quehaceres ,la rutina insípida que lo desluce todo.
A todos.
Pierdes tu tiempo con ella. 
No se qué buscas en esos mensajes que le llegan de noche, cuando ya todos duermen y va apagando luces y cerrando puertas.
A lo mejor no es que busques nada, es solo que necesitas reconectar con una parte tuya que estaba perdida entre un montón de cosas más prioritarias.
Sentir.
La importancia de que nos escuchen. 
De que nos vean.
Como somos.
Sin filtrar.
El dejar de ser quien somos a diario para volver a simplemente Ser.
Compartir esas inquietudes que a lo mejor hemos dejado aparcadas porque no son de buen gusto que nos acompañen: a la mesa. con el café y mucho menos en la cama.
La libertad de poder hablar sin tapujos.
Riéndonos de algo que crees que puede llamar la atención del que está al otro lado.
La respuesta.
La incertidumbre 
Lo que lees cuando contestan.
Las primeras veces.
Introducirse sigiloso en la vida de otro.
Errar y volver a intentar el tiro.
Jugar un juego en el que estás oxidado, por no decir que caduco.
Y reírte mil veces de ti mismo.
Los pulsos del intelecto.
Las charlas trascendentales y las que no lo son.
Desvelarse pensando en que tal vez, en otra vida, hubieras optado en escoger otro camino.
Diferente, distinto, diverso.
Ella.
Las otras ellas que también las hay.
Su sonrisa.
La falta de ella.
Sus silencios que hieren más que alguna de sus palabras.
Está cayendo la noche  y sabes que te falta algo.
Tienes en la recámara alguna bala que lleva su nombre.
Estás siendo prudente
Porque no sabes leerla, aún.
Y ella que viene en una caja con un cartel luminoso de:  PELIGRO te tiene como la Esfinge, en una perpetua necesidad de conocer. 
De conocerla.
Le has disparado a bocajarro preguntas que el tú de antes no hubiera osado jamás conjugar.
Todas las evas del mundo residen en ella.
Ella.
La seriedad y la hilaridad.
La luz y la sombra.
Ella es :
Un enroque largo.
La jugada soñada.
La tormenta perfecta.
La cara oculta de la luna.
Una estrella fugaz en tu vida.
No puedes amar más, creo que era el diagnóstico.
La verdad, es que siempre hay tiempo para el amor.
Aunque sea de extraperlo.
Aunque sea cosido con retales.
Aunque sea sin sentido.
A deshoras e inesperado.
Aunque no lo llames así.
Siempre hay tiempo para sentir.



"Pensamos demasiado, sentimos muy poco"





 

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