Para lo que me pueda venir
Caminaba por la vida, en una edad indeterminada,subida en quince centímetros de posibles.
El abanico de opciones, era aquella noche, tan amplio, como el catálogo que acababan de darle a la salida del gym.
Una especie de despegable que de ponerse ella a abrirlo, luego no lo cerraría igual. ¡El reparto de los genes y sus misterios!
Los tacones sonaban acompasados por el adoquinado, no le daban estabilidad, pero sí una confianza que la definía,mucho más que todas las series de ejercicios que le había marcado el trainer.
¡Ay, el trainer! El peligro del hombre y no por lo físico ...¿o sí?
Sonrisa lobuna de mujer que sabe a ciencia cierta que lo es. Y más tacón marcando el suelo y más cimbreo de cadera que para algo estaban en feria.
Luces como para que les encontrase un satélite ruso en el espacio. ¡Sí, señor! Y ella enfundada de rojo Ferrari en un vestido tan escueto como su lista de principios esa noche.
Vestida así, caminando así, sonriendo así, la contable llevaba un cartel de: hazme de todo menos falta.
¡Las faltas! ¡Qué pena! Lo mal que estaba el mercado y no el de abastos precisamente. Lo bien que se lo iba a pasar y luego.
¡Ya vendrían los peros!
Se iba acercando al lugar acordado. Se oía ya jaleo y la gente iba y venía con esa cadencia tan suya de:¡ modo feria de abril, aunque caiga en mayo!
Porque así eran ellos. Muy suyos.
Palmas, olor a azahar y a perfume del bueno diría su madre. Risas. Gente. Mucho color y de nuevo la alegría que se perdió un aciago día.
¡Qué gana de feria! ¡De verano! ¡Y de playa!
Ella que seguía caminando ahora mucho más liviana. Ahora con otra cadencia. Marcando ese contorno de guitarra española que recrea un traje de faralaes .
¡Ay ella! La de incendios que iba a provocar nuestra ella.
Pese a quien pese, caiga quien caiga y ¡ olé!
*Oda a esas mujeres de bandera que siempre piensan en "lo que pueda venir"
¡Antes muerta que sencilla!
♥️♥️♥️♥️
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