Adopta, pero a mí. Toma IV

 Marco Toma IV.

La lengua afuera, los músculos ardiendo y de nuevo conduciendo de un punto  a otro de la ciudad para otra clase a domicilio.

Esta vez carrera continua .

En ese instante parado en un semáforo , le vino a la mente "la tarada".

¿Cómo sería?. Había visto su foto en el perfil, pero era una sombra dibujada sobre la arena húmeda. Había jugado con la espuma de la ola , que delimitaba la cintura, creando una especie de volante sinuoso.

No enseñaba nada, pero aquella sombra... No se la podía quitar de la cabeza. Como era un perfil privado no miró más porque lo que le interesaba eran los perros.

Su nombre empezaba por G.

¿Qué opinaría de su profesión? ¿sabría lo que eran :los split, el curl, el press francés, el pek-dek, el pull-over?

Joder, si le decía pull over ella le contestaría que un jersey. Fijo.

Y volvió a reírse solo . Y le gustó la sensación de destensar la musculatura. De relajarse.

-¡Diosssss!

La nueva canción de Rosalía sonaba una y otra vez en la radio y Marco se vio tarareándola.

-¿Motomami?¿en serio?- 

No se pondría a analizar la letra. No quería imaginar a su hija adolescente metida en pleno baile con toda su "gyale" .Bueno bailar, bailar, él no llamaría, a esos ataques ,casi colapso, pero los tiempos cambiaban.

-Mario -se dijo- tú llevas encima casi tres adolescencias y sigues "gilipoller". 

De nuevo hablando solo y de nuevo viendo a su amigo Jesús, el gurú de la felicidad, cantándole las cuarenta.

Cuarenta...Los coño cuarenta. Los nuevos treinta, pero con diez años de problemas más...

Se olvidó de poner el intermitente y se llevó una buena pitada e incluso creyó leer que el buen hombre mentaba a su santa.

Hora punta.

El centro atestado de gente estresada y quemada. Mucho. De todo.

Iría a coger unas olas en cuanto terminase de correr por el paseo. Haría un paréntesis en su rutina y llamaría a Jesús. 

O estaba en la sierra o andaría por ahí a sus cosas.

La ventaja de ser rentista. De tener más dinero que Craso y de estar para encerrar.

Y libre como el viento.

Jesús había sido listo y no se había atado. No se había casado, ni formado una familia. No tenía hijos . Ni una ex en pleno litigio de , tú quieres ésto , pues yo más...

Jesús era ...Jesús.

Aunque ahora que lo pensaba, a lo mejor él en algún momento habría pensado que el listo de los dos era el propio Marco y no él.

Al "tito" Jesús, le volvían loco los críos.

Todos.

Por eso nadie entendía por qué no había tenido un equipo de fútbol sala. 

Encontró un hueco en el paseo marítimo y estacionó el deportivo.

El vehículo familiar lo llevaba ahora su ex. Tendría que cambiarlo o seguir yendo a buscarles con la camper.

Miró la hora en el reloj de pulsera y oteó el paseo buscando a su cliente.

Allí estaba, equipado a juego con el último modelo de Nike. Parecía un anuncio.

Prejubilado de banca de buen ver, cincuenta y muchos y abriendo mercado. Se había presentado así por teléfono.

Había perdido algunos kilos y ganado músculo. Podría salir perfectamente en el folleto de publicidad de Alcampo, por ahora de Alcampo. Un par de  meses más y que temblase George Clooney .

A Marco le encantaba su trabajo, la salud y ver a sus clientes felices.

Dopamina y endorfinas a full.

Venga 8 kilómetros de carrera y ya lo odiaría todo .

Pero más tarde.

30 minutos más o menos más tarde.

Iba a despeinar a George .

Iba a hacer llorar a George.

Y cerrando el coche volvió a reírse mientras se ponía al trote para llegar hasta al anuncio andante de Nike .

¿Qué andaría haciendo la tarada?

Fue un segundo pero se lo preguntó.

Ya que tocaba sufrir...