Crimen y castigo *Ficción nivel Dios
Parapetarse en la oscuridad.
Esa nocturnidad con alevosía.
Ese incrementar los cargos en tu contra, no me detuvo.
No diré que no lo vi venir .
Ni me arrodillaré para que nadie me absuelva de este pecado.
Si he de rendir cuentas sobre algo, admitir que he cometido una falta...
¡Qué mejor delito que tú! ¡Qué estás hecho para subir a la noria!
---__--------_-----------_------------_----------_-----------
.Un parque de atracciones.
Nos conocimos porque la vida es muy perra.
Tú ocupado y yo sin el cartel de libre.
Jugábamos al despiste.
Confraternizando con el enemigo aunque ella no te llegaba ni a la altura de los zapatos.
Tantas veces nos negamos, que nos parecemos a Pedro antes de que cantara el gallo.
Me fui.
Puse tierra de por medio y tú quisiste venir a rescatarme.
Nunca hubo oportunidad.
La nieve lo cubrió todo , como se hacían las cosas antaño, con la agresividad del invierno castellano.
Luego tú cambiaste de partenaire y entonces entendí que habías captado el mensaje.
Luego silencio.
Distancia.
La vida.
Y entonces, al doblar una esquina, choqué contra ti.
Tú sujetando mi cintura. Yo asimilando el impacto mientras reconocía tu olor.
Nuestros ojos que se encuentran y el resto del mundo que se para, se detiene.
Tú y yo sin embargo no.
Tus manos que buscaron otro punto de anclaje. Mis ojos que te radiografiaban como si fuera superwoman buscando un arma nuclear.
La sonrisa.
Esa sincera que te nace y te llena de luz.
Y el abrazo que viene después. Que das con todo el cuerpo, con el alma como si fuéramos los modelos de Klimt.
Ese abrazo fue de las mejores cosas que me ha dado la vida.
Eres muchas cosas, siempre te lo he dicho, pero sobre todo, eres hogar.
Volver a casa en mitad de una tormenta, así es estar entre tus brazos en un reencuentro.
El resto, esos pulsos que nos echamos a solas nada tienen que ver con aquel instante.
Si te dicen que caí...no es cierto. Me dejé.
El jaque en tres.
El amargo sabor de la derrota... se me olvida entre esos brazos mientras me besas.
Nuestros cuerpos por separado tienden siempre a buscarse. En una sala llena de gente, nuestras miradas se han cruzado más de una vez. Y siempre has esperado paciente a ese choque de trenes. A ese alto voltaje que tú defendiste siempre , que había allí .
Recuerdo perfectamente el vestido de verano que osé lucir cuando casi no se había estrenado la primavera.
Un gancho de derecha. Los tacones fueron el golpe bajo a la izquierda y la ausencia de ropa interior el remate perfecto para un ko técnico.
El paseo en coche, la charla distendida.
Esa risa sincera y ese tocar casual de alguien a quien tienes cariño y más cosas.
La música que se quedó de atrezzo, en un segundo plano mientras quemábamos asfalto para llegar a nuestro destino.
Dices siempre que mi estrella te llevó hasta allí.
Tendré que preguntarte qué fue lo que te llevó a guiar tu mano buscando el origen del mundo y por qué dejé yo que una vez que llegó, la dejé acampar .
Tu cara de sorpresa al encontrarme libre de ataduras te dejó bien claro que por una vez estaba dispuesta a jugar.
Y sé que no te arrepientes y yo diré, en mi defensa ,que nunca confesaré en esta vida, mi delito de faltas.
Usaste tu boca para conjugar verbos pretéritos.
Para dejar la piel ardiendo y huérfana de tus manos.
Buscabas que yo reencontrará la fe.
Y te afanaste en que blasfemara , mentando a Dios ,mientras no tenías ni un ápice de misericordia .
Esa boca comiéndome viva , haciéndome arder,morir de frío y suplicarte a la vez, será para siempre mi condena.
Moriré pensando en ese instante en el que estallé como una súper nova mientras tú me venerabas .
Cuando me miraste al musitar tu nombre, me sonreíste de esa forma tuya tan canalla, solo para decirme...mientras trepabas hacia mi boca aquello de:
No hay crimen sin castigo.
-"Ave María Purísima"
-Sin pecado concebida.
-*Perdóname Señor, por conocer el paraíso en la tierra y haber pecado.
Comentarios
Publicar un comentario