Tatúame, pero en el alma 27
Karma no ha sentido algo tan primitivo en la vida.
Lo de estar desnuda no lo encuentra incómodo, total es poco lo que tiene para enseñar. La intimidad no es el problema ,pero el que te ate un amante por primera vez. La primera vez...
Hans la ha sentado en una silla.
Y ella obediente ha dejado al rubio hacer.
Le tiene de rodillas.
Entre sus piernas.
Y ella se tensa como la cuerda de un violín. Se agarra a sus hombros . Y él la saborea como si fuera una piruleta de corazón.
Se lo ha ido diciendo todo.
Paso a paso.
Se lo ha retransmitido por si ella quería parar.
Pero aún no está loca o no de atar.
Sí para que la aten.
Para muestra un botón.
Como el que él mordisquea a conciencia para luego recorrer un trayecto certero con su lengua. Despacio.
Agónicamente lento.
Ella sale a su encuentro.
Necesita que termine ya para dejar de sentir éso.
No era necesaria tanta parafernalia.
Pero el que la está saqueando , parece que tenga todo el tiempo del mundo.
Karma intenta ser silenciosa, pero por mucho que se muerda los labios, se le escapan agónicos suspiros mezcla de queja y rendición.
Él vuelve a la carga . A adorar su centro y ella desearía poder soltarse para marcarle la X que parece que no encuentra. A posta.
-Ssssssss
Él que parece leer lo que ella está pensando la manda tranquilizarse. Y lo dice sobre su carne. Mandando frío donde antes solo había calor.
Karma que extiende las piernas y las flexiona en un nudo de ocho sobre el cuello de Hans.
Y él que es más fuerte se ríe y la deshace con maestría.
-Karma . Chica malaaaa.
Esos ojos que la miran llenos de sabiduría.
Ella que pone pucheros y él que siente la necesidad de comerle la boca.
Y sube y la besa con la misma lentitud que lo lleva haciendo todo. Y ella que se siente en él,su olor,su sabor . Le muerde con ganas consiguiendo levantarse unos centímetros de la silla.
Hans que está duro y necesitado la alza como si nada y se sienta él con ella encima.
Él aún completamente vestido y cuerdo. Ella desnuda y atacada.
Karma le cabalga sobre la ropa.
Y Hans no ha visto un baile tan sensual como el de ella sobre su pelvis en ninguna de sus vidas.
Hay un espejo en el camerino
Y él está viendo su espalda,ese tatuaje intrincado ,sus nalgas.
La danza más antigua del mundo.
Y si ya estaba listo y medio loco por ella... Ahora lo está del todo.
Perdido por sus huesos.
Ella que sigue con las manos atadas mostrándole los beneficios del yoga.
Como tarde un poco más en razonar ,va a conseguir que se comporte como un adolescente precoz.
Y Hans decide quitar todo lo que les separa.
Solo unos segundos, poder sentirla entera.
Hay un pequeño sofá en un lateral y la lleva hasta allí sin dejar de besarse.
Ella debajo.
Él que ha aprovechado para quitarse la ropa y ponerse protección.
La deja sobre el acolchado y se acomoda entre sus piernas.
Y ella le da cobijo.
Él que comienza a sentir prisa, urgencia, necesidad.
Karma que deja el voto de silencio y le clava las uñas en el viaje más hot de su vida.
Un vuelo a ninguna parte que sienta, sienta... ¡La hostia de bien!
El nórdico que da tanto gusto como uno de plumas que ella deja para el invierno.
¿Quién se lo iba a decir?
Comentarios
Publicar un comentario