Faro al paraíso
Lo que buscamos, lo que encontramos. Lo que pedimos en silencio y no nos dan.
La eternidad contra lo efímero. Creo que lo llaman relaciones líquidas los modernos.
Yo no soy de esas. Ni de las efímeras ni de las modernas.
Soy de las que ven la vida en rosa y el amor en Technicolor. Cosas de ser como soy. Muy yo.
Hemos quedado después de una vida. A saber.
Querías verme.
Pues vale.
Hace tiempo que no malgasto un instante en comprender al prójimo. ¿Para qué?
Desatino más que jugando a la lotería y mira que fallo : cinco de cinco.
Llegaré tarde.
Y tú ya lo sabes.
Y si te importa lo ocultarás tras una sonrisa.
Esa careta que te va tan bien que deberías quedártela puesta.
Tú.
Ahora que voy hacia ti, de nuevo, sopeso si de verdad ,mis buenas maneras, pueden hacer que me golpeé una y otra vez contra ese muro¿Y cuántas veces más lo haré?
Mi manía a no saber decir que no, aunque sepa que me va a doler.
Porque tú, eres como el péndulo de Foucault, como la ola indómita del mar, como la lluvia que descarga tras el estío.
Tú eres devastación.
Tú eres quien desestabiliza mi cordura, si es que alguna vez estuve cuerda del todo.
¡Oh, tú!
Ahora mismo parezco una canción de Serrat.
Tú y solo tú.
Una melodía ñoña que me suelta las ataduras y me humedece los ojos.
Salgo.
Vestida como si hubiera encontrado este trapo así por casualidad.
Como si no hubiera hecho un estudio de mercado una hora entera.
Como si Marie Kondo no fuera a morir infartada si entrara ahora en mi vestidor, en ese caos de color que se desangra sobre las perchas.
Y me he maquillado como una profesional porque sé ,que dispararás tu cámara contra mí ,a modo de francotirador de la CIA. De los buenos, uno de los buenos, tú.
Y contigo hay que ir así por la vida. Con el chaleco antibalas , con la cadena de seguridad puesta ,no solo en la cartera, sino primero en el corazón.
Tu cara.
Un peligro tu cara.
De niño bueno al que la profe no debe de temer.
De los que se mantiene en el pupitre con una sonrisa perenne. Repeinado. Estático. Perfecto.
Tus maneras. De colegio bien.
Tu mirar de frente, sin ambages.
Tus manos...
¡Mira qué me gustaban las manos!
Ahora ya no.
Conocí las tuyas. Lo que escondían. Su magia.
Y me robaste ese fetiche, también.
Tengo que verte. ¡Fíjate!
Y llego tarde a posta.
Y sé que estarás mirando la hora mientras sigues el acorde de una canción con los dedos sobre el volante.
No habrás cambiado nada de ti.
No se puede mutar lo que no lo necesita.
Y tú eres el canon que perseguía Polícleto y más,mucho más. El 2.0 de todo,ese eres tú.
Ya te veo.
De lejos y mi corazón se salta latidos como aviso de lo que llegará.
Y al verme sonríes y yo, pues también.
Y me golpea la ola y yo que no me freno.
Y el mundo se tambalea y yo avanzo.
Y tú sales del coche para abrirme la puerta.
Y me das dos besos. Y me abrazas.
Y yo quiero perderme en ese abrazo para siempre.
Pero te vas en un suspiro.
Y yo actuó como para ganarme un Óscar.
Y dejo que tu mano se ancle en mi cintura mientras me guías.
Y yo me pierdo en esos 2 metros.
Me condeno al dejar que me reciba el interior del coche .
Y ardo mil veces en el infierno al olerte a ti dentro de ese habitáculo tan reducido.
Tú subes.
Y sé que debería irme. Porque donde duele no es.
Pero llevo condenada veinte años, ocho meses y seis días.
Ir a un faro dices...
Al del paraíso
Y sigues hablando y me recoloco el vestido y el pelo.
Y me hablas del verano que ya luzco sobre la piel.
Y yo lo único que necesito más que respirar es verte.
Saber de ti también me vale.
Y ya lo tengo todo.
En el mismo sitio, en el mismo instante.
Mi lugar favorito del mundo dices...
Eres tú.
Pero no te lo voy a decir porque menudo eres tú.
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