Tatúame pero en el alma 4


 La música que sonaba en el jardín zen era la misma que se escuchaba en cualquiera de las discotecas  de moda de la isla. 

Karma que se fija en la mesa de mezclas y ve a uno de los compañeros de La Terre tras ella.
Así que ,como sabe que Hans es un tiarro enrollado, se va hacia la tarima donde le tienen y al pasar al lado de uno de los camareros le pilla una cerveza helada.
Karma espera a que Hans la tenga en el punto de mira para sonreírle y posar la birra lo suficientemente cerca como para que le de un trago, pero lejos del equipo.
Karma estudia la mezcla y mira como Hans sube y baja mecanismos, mientras su cabeza rapada sujeta los cascos donde él escucha antes que nadie lo que va a sonar.
Karma se queda allí mirando alrededor.
 Hacia la piscina iluminada donde hay gente disfrutando de un baño nocturno.
 En el jacuzzi debe de hacer calor y no precisamente por el clima reinante.
Karma no es una mojigata, pero el salseo de esa fiesta comienza a ser similar a  las  de Hugh Hefner.
¡Si hasta se ve a parejitas sobre las tumbonas arrimando cebolleta!
Venga va , Karma que se abanica con una de las hojas que hay en la mesa del DJ y que debe de ser el orden del concierto.
Karma que intenta no cotillear  donde se cuece el cotarro, pero le resulta morboso. Se parapeta tras el mojito para ir mirando hacia un lado y el otro .
Hans sigue poniendo temas y de vez en cuando se pone a bailar con ella y a charla lo estrictamente necesario. Es él quien le indica por donde hay un acceso a la cala, por si le apetece darse un baño .
-Karma.
-¿Sí?
- No entres en la casa.
Y a Karma ya la cosa comienza a escamarle .
Porque estamos en un país libre y ella puede entrar a hacer un pis sin que pase nada...
Le está dando un chungo con el sitio . 
La gente no le parece salida de Crepúsculo ni nada.
 Lucen  moreno integral .Lo sabe porque delante de ellos , rumbo al jacuzzi ,pasa una diosa de metro y mucho como  su madre la trajo al mundo.
Karma que rompe el cuello al seguir el camino de la mujer.  Y Hans que se le acerca para decirle en el oído.
-Tú estás infinitamente mejor.
Y Karma que intenta ver el chiste en los ojos azules de aquel príncipe de Dinamarca. Pero está muy serio.
Así que sonríe por educación y se separa un poquito. Lo justo.
Allí en las copas deben de poner algún filtrito de amor.
No había notado ninguna señal por parte del Hansel y Gretel . 
Ella es más bien un topo en eso de ver la señales. 
El Hans está de toma pan y moja .Aunque le haya soltado la típica mentira piadosa .
De repente Karma que siente algo en el aire. En su cuerpo.
Se gira por atracción.
El hombre , vestido con una camisa blanca desabrochada y unos chinos, sale hacia el jardín y Karma siente un tirón . 
¡Otro salido de un anuncio! . Esta vez de perfume de los caros.
La piel que asoma por la camisa es producto de gimnasio.
Por ponerle un pero, Karma no vio atisbo de  tatuajes.
Hans que parecía que no, pero que sí, la agarra por un brazo .Y de forma protectora la situa cerca de su cuerpo.
-Sígueme la corriente- Le dice al oído viendo como el anfitrión viene derecho hacia ellos. No era por la música, Hans lo sabía. Venía a otra cosa.
Dejó tres pistas seleccionadas. Se quitó los cascos y se centró en Karma.
Tuvo que bajar la cara para mirarla a los ojos y pidiendo permiso y ella viendo la actuación pero sin impedírselo ,le dejó besarla.
Y el danés que debía de hacer horas extras besando.
 Karma casi se derrite sin apenas  tocarla .
Solo ese punto. 
Esa boca que acaricia primero.
Que llama a una puerta para que se abra. 
Y Karma que nota como una espiral de muchas cosas se genera en su interior. Y entrelaza sus brazos al cuello del vikingo y se pega a él como si quisiera poseerle allí mismo.
Combustión espontánea.
Han perdido la capacidad de raciocinio ambos. Y no saben ni donde están, ni por qué ha comenzado ese duelo de voluntades, porque ambos están perdidos en ese beso infinito. Caliente y salvaje ,que suele terminar , bien, Muy bien.
-Un trío.
La voz profunda y cavernosa llega hasta su cerebro rompiendo el hechizo. Pero le eriza  más la piel.
Karma que se esconde en el abrazo de Hans y no mira hacia la voz.
-Lo siento Keller. 
Hans que parece querer volver a su boca, porque con el índice la está guiando la cara.
- Sigue, Pero yo miro.
Karma que siente la necesidad de juntar las piernas fuerte, Muy fuerte. Esa voz es pura testosterona. Una llamada al sexo. 
-Karma es solo mía-Hans que sigue con el dedo en su cara, paseándose sin prisa por su óvalo. Y poniéndola caliente. No tanto como la voz, pero fina, filipina.
-¿Tendrá un precio?
¡Hostia puta! a Karma que se le acaba de romper la burbuja de erotismo. A Karma que le ha invadido una furia asesina hacia el Adonis con acento guiri
Karma que se tensa y Hans que la abraza mientras la tranquiliza en su lengua. Con los labios dibujando círculos en su oreja.
-*Fredelig.
Y ella que "fredelig" ¡ la hostia! dentro de ese abrazo de hierro que ni el Thor de la Pataky. Porque La 
Terre le llama así. El Thor de los DJ´S
Hans que termina el abrazo . Se baja de la tarima y se coloca al lado del otro.
Hans es más alto, y más musculoso y más joven, pero no tiene ese aura que desprende el del anuncio.
Karma sabe que es lo que le hace ser así. Lo que le da ese aplomo.
 Es el  poder. El dinero. El éxito.
Ambos hablan pero ella no logra escucharles.
Se abraza por instinto porque siente frío ahora que Hans no está a su lado.
La mirada acerada del hombre que parece no prestar atención al danés.
Ella que se siente expuesta.
Hans que parece enfadado por primera vez en los años que se conocen.
Karma que piensa que se van a llegar a enfrentar.
Pero no, el guiri tiene pinta de terminar sus batallas de otra forma.
Y la vuelve a mirar . Esos ojos fríos que la hielan como si la hubiera tocado  Frozen.
Y se va.
Y deja a su paso una estela de algo que ella no sabe definir con palabras, pero que no le gusta.
Hans que sube de nuevo.
La atrae hacia él y la besa suavemente.
-Ya está.
Y ella que necesita no sabe el qué en ese momento, asiente con la cabeza y se queda allí.
Y Hans que la acaricia los brazos que nota helados.
-Llevas muy poca ropa- Le dice él mientras busca bajo la mesa algo.
Una toalla aparece y Karma se deja envolver.
-Avisa a Terre de dónde estás.
Karma que no atina  a contestar. Como si se hubiera quedado trabada en aquella mirada acerada de antes.
Y La Terre que aparece por el jardín y va hacia ellos . Hans que le debe de decir algo porque La Terre se coloca al lado de Karma y la abraza y se la lleva
Y Karma que se deja llevar sin más .
La mirada que la sigue desde la terraza privada. El hombre  que está enfadado con el mundo.
El macho alfa que ha perdido a su presa.
Esta vez.










 
*Fredelig tranquila en danés N.T.




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