Adopta ,pero a mí. Toma XXII


 

Cádiz.

La vida es más pequeña que los sueños.

Llovía  , pero había olas y si el agua te moja pues nada. Humedad al cuadrado. 

Se estaban riendo los inadaptados aquellos. Ella estaba calentita metida en una furgo customizada haciendo una merienda-cena.

Jesús se había chivado claro. Y como se negó a meterse en el océano, pues le tocó darles de comer a los cavernícolas aquellos.

 Aquella mañana, después de la danza de la lluvia y darse una ducha .

De robarle unos calzoncillos CK a estrenar, todo lo hay que decir al pijito de Jesusito,  ella se había ofrecido a hacer el desayuno. Y se descubrió el pastel.

Aquella nevera pichuli  por fuera, dentro estaba equipada de lujo. 

Gala supuso que sería cosa de la que limpiaba la choza del gurú, pero quién era ella para chinchar al Yesus.

 ¡Pues Gala! y vaya si le chinchó cuando le tuvo sentado en frente de la barra.

Lloraron de risa y él se atragantó tantas veces con el zumo y el café que Gala casi, solo casi ,se vio haciéndole la RCP.

Y el muchacho estaba para ello, todo hay que decirlo, pero Marco llegó primer y va. Tenía un poco más de cariño al del pelazo , con cuerpazo y polvazo. Venga va que a estas alturas del libro ya lo habíamos adivinado.

Habían saqueado el combi en cuanto los locos se presentaron en el casoplón y se corrió la voz  de que la reina del sur, por lo del tequila y el libro de Reverte, había estudiado en la Cordon bleu.

Vaya coña con el temita. 

Pues ya tenía listo el picoteo .Se había currado la presentación . Les había hecho unas tablas de surf con las endivias, y encima untado el queso las anchoas y el pimiento. Aliñado las aceitunas  y sus famosos rollitos de salmón. Se había marcado unas gildas que picaban lo que no estaba en los escritos.

Al acabar. Abrió la puerta y se quedó dentro viendo el  como montaban las olas una y otra vez. Sin hablar se cedían el paso y cuando no lo hacían llegaban hasta ella los tacos que se prodigaban.

No tenía teléfono. Se había quedado sin batería, lo que por una parte suponía un gran alivio.

Había dejado el negocio en buenas manos, a los niños con su familia y con ello sí que había hablado después de desayunar gracias a Jesús que le prestó el suyo.

Marco regresaba ya. Y ella estaba entre atacá, desesperá y todo lo que terminara en -a y estuviera en definición cercano al infarto.

No quería estropear nada. Y había congeniado tan bien con los lelos de las quillas que le daba hasta penita hacer una de sus míticas Galadas.

Vale que la terapeuta le decía siempre que ensayo-error, pero de todo se cansaba una. 

Bueno había ensayos y ensayos. Estaba convencida de que con Marco le encantaría ensayar de día, de noche, de tarde. En un ascensor...

Galita , reina, tú como siempre con el hambre atrasado. En casa del herrero cuchillo de palo. Pues lo mismo.

El primero en salir fue el Chicho. El más prudente. No se veía ni un cagarro, pero como lo de la ola era por inercia, Gala supuso que sería dejarse llevar.

Como con Marco, que fluya.

Jajaja.

Estaba un nivel más que nerviosa. 

Vio a los otros tres dejar atrás el agua y ponerse a charlar tan pichis, bajo el aguacero.

Nada oye. Ella se levantó y fue hasta la batidora. Allí su arma secreta. Que sabía que los monguers bebían Cruzcampo, pero una chef lo era en una camper o en un iglú. Pues sorbete de champán para los quillos de las quillas. 

Había mirado la bodega del Yesus y allí, entre joyitas , descubrió unas botellas de  cava Rovellats Gran Reserva, el mejor del año. Pues nada. Solo se vivía una vez. ¡A su salud!

Les recibió con las copas ya decantadas . Chicho sacó el avance para poder quitarse los trajes y quitarse la lluvia de encima. Sacaron los cestos para meter lo mojado. Activaron el depósito de agua para aclararse y nada, oye, venga a quitarse cosas delante de ella.

-Os recuerdo que no estáis solos. Gala se dio la vuelta antes de ver las vergüenzas del cuarteto.

-¿Gala, sabes cual era la canción que me cantabas ayer?-Venga yaaaa. Noooooo.

Y allí se arrancaron los cuatro.

-Beben y beben y vuelven a beberrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.

-¡Nos superaste a todos! ¡Vaya tía!, así que te dejamos mirarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr- El Sinquilla y su bocaza.

Gala ya estaba dentro del vehículo dándoles intimidad. Que no era una mojigata y aquellos cuerpos estaban muy bien cuidados, pero la educación del internado seguía allí.

Se escucharon alabanzas al probar la bebida. 

Chicho ya estaba abriendo una mesa plegable y Body se puso con las sillas. De otro vehículo el Sinquilla sacó un calefactor de torre. Jesús entró en el vehículo con tanto sigilo que Gala al sentirle cerca se respigó.

Galita reina el lince te manda señales y tú las papeletas de tonta ya las jugaste con Pierre. La voz de su conciencia sintonizaba alto y claro cuando le salía del higo.

Era tan monooooo y... ¡ Leñe!,  podía ser un encanto. Ella misma lo había visto por la mañana y ahora a su lado, como si ejecutasen un baile que llevasen tiempo ensayando.

Mira Gala, tú no le mires a los ojos, no le toques y que no te toque él. Sobre todo en la nuca .  Y libras.

Y libró hasta que uno de los langostinos se bajó de donde debía , ella se inclinó dejando la yugular al descubierto y el Yesus pasó su índice por la coño vena baja bragas.

-¡Qué haces, lelo!-soltó la mano certera- ¡Gala ,caca!-Ella sacó a la pijita perdona vidas que había triunfado en el internado. Y Jesús que se debió de sorprender , del acercamiento, rompió a descojonarse en su cara.

-Dame un besito- dijo en tono repipi, adelantando los morros- El Jesusito jugaba con fuego.

-Really?,  ¿y eso te ha funcionado alguna vez?-Gala le miró a los ojos.

Dándole cachetaditas tiernas en la cara, Gala ya se había calmado.

-No te debes de comer ni un colín. ¡Chicho!, una duda, ¿cuándo mojó éste el churro que no fuera en el Atlántico?

 Y vamos la respuesta fue unánime y aclamada. 

La electricidad desapareció y Gala le puso careto y hasta le dio un piquito como premio de consolación mientras sacaba la primera tanda de picoteo.

Llevaban ya dos jarras de sorbete cuando otra furgoneta entró en el parking.

Siguieron a lo suyo . Gala se dio cuenta de que no había música . Que no les hacía falta porque ellos tejían su propia melodía. Estaba francamente a gusto. Se había sentado al lado del Sinquilla y de Chicho, a posta con la excusa de entrar a la furgona si tenía que preparar más.

-Galita reina, deja el norte. Vente para acá. Montas una food truck y te haces el agosto con la pijada ésta de champán y lo del rollo de salmón.

-¡Ésto es mejor qué un orgasmo!-El Body y sus  frases lapidarias.

-Body, ya sabemos que en el tema de sexo tú has sido un poco  siempre el becario .

Venga más risas.

Y entonces Marco entró en su campo visual. Y hubo choque de trenes y estrellas fugaces y los jodidos fuegos artificiales todo sin tocarla. Solo con mirarla a los ojos. Perderse en ese mar.

-Tío, lo sentimos, pero Gala es patrimonio de la hermandad. No te la puedes quedar.

Chicho se había puesto en pie y le abrazó como si hiciera meses que no le hubiera visto.

Body le tendió un rollo de salmón.

-Tío , se va a montar un negocio aquí.La estábamos convenciendo. A ver si rematas tú el acuerdo-Codazo, ehhhhhs varios de esos masculinos y terriblemente incómodos.

Sinquilla le pasó una copa y Jesús le saludó con la cabeza.

Y ella, faltaba ella. ¿Qué hacía?

Ir en plan anuncio de colonia no.¿ Un beso? ni de coña delante de tanto neandertal .

Estaba pensando en cómo actuar cuando ya lo tuvo delante de su silla.

-No pienses tanto niña.

La frase. Su frase preferida cuando habían hablado. Siente venía después. Solo siente.

Gala se perdió en su mirada. Marco sujetó su rostro como lo había pensado aquella noche cuando la vio por primera vez. Más de veinte centímetros de diferencia de altura. Ella tan poca cosa y a la vez tan inconmensurable.

Acunó su rostro y la beso en los labios con una suave caricia.

El ohhhhhhhhhhhh de los demás terminó con él antes si quiera de que se diese cuenta.

En los ojos de él se leía una promesa, en los de ella, "todo lo que acabe en -azo"

Marco se sentó y la acomodó  entre sus piernas . 

Como si perteneciese allí.

-¡Un brindis por la conexión norte -sur!

Y así continuó la noche gaditana bajo una luna casi llena.






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