Adopta, pero a mí. Toma X



 Marco y su hoja de excel.

-¡Alexa!!pon mi play-list!  y tacha de mi agenda desayuno, estiramiento y escribir a la tarada.
-¡Hecho Marco!
Jajaja, bueno nada, que Alexa era la mujer perfecta. 
Solo le faltaba que hiciera croquetas y que fuera tangible y la empotraba.
-¡Si se dejara o dejase Marquito guapo!- Otra vez la voz de Jesusito de mi Life en diferido.
Jajaja.
Bueno nada ,que para ser diciembre, estaba él demasiado feliz.
Pronto haría las maletas y se iría a ver a sus padres. Y estaría con  su gente.
-Alexa, por favor , ¿qué tengo que hacer hoy?
-Hoy tienes que :
Y ahí tenía su hoja de Excel perfectamente detallada.

1)  Gimnasio local. Dos horas.

2) Medio día carrerita con el anuncio de Nike.

 Como se acercaba el finde le pondría unos ejercicios de : ¡por mis muelas qué te hago sudar el polvorón que aún no te has comido!

3)13:30 Clase privada on - line

Con la madurita interesante. ¡Bien!  Era obediente y concienzuda.

4)16:30-20:30 Curso infantil buenos hábitos alimenticios Club de fútbol.

5)Cena con Jesús y dos más.

Se le había olvidado por completo que hoy cenaba con Jesús, tampoco le parecía raro.
 Lo de  que lo olvidase, no lo de cenar. 
Como su vida estaba metida en la agenda del teléfono, pues lo dejaba todo en manos de Alexa.

Cantó a Extremoduro, por supuesto. Como si la cinta fuera el enemigo y él Rocky Balboa subiendo aquella escalinata.

Peliculón.
 Todos, pero el primero...
 Mítico. 
Y la banda sonora impresionante.

-¡Alexa, ponme la BSO de Rocky!-Dijo mientras subía la intensidad a la cinta de correr.

Y así con el romper de las trompetas se llevó solo a un trote frenético. Bill Conti era un genio de la motivación antes de existir los mindfulness. Solo había que verlo a él.

Doce horas después:

Lavaculos.

Le gustaba aquella zona, por lo tranquilo y por la buena cocina. Por la intimidad y porque le recordaba un poco a su casa al borde de la playa en Málaga.
Con el castillo al fondo, esa zona de Punta del Boquerón le parecía una postal idílica y el resumen de los veranos en Chiclana.
Era verdad que él seguía prefiriendo sus veranos malagueños, pero en Cádiz se vivía muy bien.
Jesús y el llego tarde.
 Esa seña de identidad tan suya. 
El hombre tranquilo que no se despeinaba nunca.
 Ni mojado .
Escuchó su risa antes de verlo.
Marco estaba mirando hacia el castillo y no se había dado cuenta de que ya habían entrado al comedor acristalado.
Jesús y su mítico, yo nunca estoy solo, venía del brazo de una monera y de una rubia.
 Marco no quiso analizar la jugada. Para eso estaban ya los de las Selección en Quatar . 
Se dejaría medio enredar por la trama que hubiera ideado el rentista. 
Sonrió haciendo que sus ojos azules brillasen y las dos mujeres reparasen en él más.
Sabía lo que ellas veían.
Chico guapo de gimnasio y sus ojos. 
Siempre rompían el hielo por ahí.
Él era más simple . 
La rubia tenía buenas tetas y de la morena ,a simple vista, no se salvaba nada. Pero si estaba con Jesús es que allí había  miga.
Entendió el movimiento de su amigo sin que lo hubiera dado. 
Le presentó primero a la rubia. Rocío.
Claro estaba que se guardaba para él a la morena.
Miga, pero miga...Telita con  Jesús  el pirata.
-Anita, guapa. Te presento a mi amigo Marco.
Y ahí estaba. Jesús el domador de serpientes.
Anita sonrió y se hizo la luz.
Marco se levantó de la silla,  cosa que no había hecho cuando le presentó al bombón de Rocío, ya que fue ella la que se dobló para darle dos besos a él, poniendo cuarto y mitad de pechuga a la altura de su vista, por si no las había peritado bien a la primera.
Anita no lo hubiera hecho.
Marco lo entendió.
Jesús separó la silla para que ella se sentara.
¿QUÉeeeeeeeee?
Jesusito quería tema y le utilizaba a él como al poli malo.
¡Sería cabronazo el Yesús!
2-0 a favor del rentista, que para  encima jugaba en casa.
No soltó la carcajada que tenía a punto, pero decidió que ya que estaba iba a divertirse .
Rocío debía de tener unos ojos preciosos, pero su escote era un mal ejemplo. Pésimo para que le preguntasen luego de qué color los tenía.
En cuanto Jesús dijo que  él se dedicaba al cuidado de la salud y al culto al cuerpo, su cita, le hizo tantas preguntas juntas que casi estuvo tentado de llamar a Alexa para que las respondiera por él.
Necesitaba una cerveza.
Los demás ya habían pedido.
Esperaría. No quería volver a probar la Cruzcampo en su vida.
Mataría por una Victoria, bien fresquita y a ser posible a unos 173 km más hacia la izquierda . 
Y la estaría tomando en Málaga.
En Málaga, sin ser testigo del jaque mate pastor del Jesús a su Anita .
Y sobre todo no vería, ni sufriría,  en primera persona. 
La soberana paliza que le estaba dando la Ro.
 Porque claro en un mundo paralelo, Rocío sería simplemente Rocío y no Ro.
Alexa, pensó,¡ me lo dices hace doce horas e iba a venir a la cena: con R , Rita la portera!
Sujetó su refresco y miró, juro que lo intentó a los ojos a la tal Ro.
Del color de la coca-cola.
¡Anda mira, como en la canción!
¡Fito y los Fitipaldis! 
Y allí se puso Marquito a cantar , pa´ lo jondo ,el tema de los roqueros, mientras Ro vivía en primera persona la definición de peor cita a ciegas de la historia.
¡Mierda de hojas de Excel! rumió Marco. 














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