Adopta ,pero a mí Toma V

 



Gala Toma V:
Había dejado ya a los pequeños hooligans en esa cárcel de alta seguridad que era el colegio .
Saludó de manera monosílaba a las madres y padres que encontró de camino al coche.
Iba a la carrera, con su modelo de homeless como le había dicho Leo, era mejor no dejarse ver.
Arrancó y se metió en el flujo constante de tráfico que se dirigía a la autopista.
Diez minutos y entraría a trabajar.
-Si había suerte, rubia, siempre si había suerte. Te han resintonizado la life. Y se le cayó una lágrima de la incredulidad más que de la gracia.
Llegó a su destino y aparcó donde la estación de tren. Como lo llevaba haciendo toda la vida.
Así no pecaba de incauta y daba vueltas sin parar como si fuera una turista más.
Entró por la puerta trasera de El Aquellarre, el olor a azúcar, canela y pecado la recibió como lo llevaba haciendo ya quince años.
Aquel sueño de antaño. Aquella realidad .
Se lavó las manos en el bañal de la cocina. Se quitó su look imposible. Ahora se daba cuenta de que había casado mal hasta los calcetines.
Pusó los ojos en blanco. Y miró al techo del cuarto que habían acondicionado como aseo para su socia Aura y para ella.
-Lo único que se salva es el conjunto  interior de...¿otro pedido on-line Galita?¿Para qué te gastas tanto en... seda -dijo Aura mientras le daba un cachete muy sonoro- si no lo vas a lucir?
-¿Recuérdame por qué era por lo que te aguanto?- Gala se masajeó el cachete y se fue colocando los chinos negros , la camisa negra con el logotipo en rojo y los zuecos.
-Venía en el paquete de todo incluido de tu vida, rubia. Recoge ese pelo de estropajo antes de que terminen en mis deliciosos dulces.
Gala ya estaba mirándose en el espejo colocando horquillas a diestro y siniestro.
-¡Joder con Leo!¡Siempre tiene razón!
Aura la miraba cruzada de brazos, despreocupada apoyada en la jamba de la puerta.
-¿No tenemos clientes, Aurita, maja?
-Los hay Galita. Precisamente entré a por chocolate calienteeeeeeeeeeee- Gala alzó la mirada para encontrase de lleno con la de su amiga del alma.
-¿Ya está aquí, otra vez?-Dejó caer la cabeza y no se santiguó porque se dio cuenta a tiempo  de que hacía mucho que no creía.
-¡Está despechao y alocaoooo!- Aurita comenzó a moverse como si le hubiera dado una descarga eléctrica.
-Nunca fue lo tuyo bailar Aura- Dijo mientras salía del baño.
-Ni lo tuyo escoger a los hombres. Y aquí estamos.
Aura le recolocó uno de sus indómitos rizos detrás de la oreja.
-El pediatra cañón quiere extra de chocolate calienteeeeeeee-  dejó el espacio suficiente como para que Gala valorase si tirarle un zueco era buena o mala idea. Mientras le tendía una salsera con el acompañamiento.
-Te espera el pediatra cañónnnnnnnnnnnnn.
Cogió la salsera y atravesó las puertas oscilantes no sin sacarle la lengua a aquella bruja.
La sonrisa , se fue con ella a la sala. Haciendo que las miradas de más de una docena de parroquianos se clavase en ella.
¡Bienvenido turno de desayunos!
¡Bienvenido!
¡Y aún no eran ni las diez!
Se obligó a dibujarse una sonrisa Profiden y se encaminó a la mesa donde estaba esperando el pediatra cañón.
 ¡Mierda! Aurita y sus cosas.
 Manuel, el Doctor Ceballos.
Gala, resintonizar guapa. Re-sintonizar. Ohmmmmm















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