Ese baile de las mariposas
*...Y a veces un pecado es la entrada al paraíso.
Se buscaban sin saberlo y se encontraron de frente ,como un condenado a muerte se topa, sin querer, ante un pelotón de fusilamiento. Sin opción a escape .
Las cosas de la vida. Sus vueltas. Los laberintos de boj...
La atracción fatal y esos hilos invisibles que te envuelven en una red a modo de telaraña.
La presa. El cazador.
El baile.
El intento de evasión y el resultado.
Infructuoso.
Una derrota.
Una dulce rendición.
Los labios más urgentes que no tienen prisa dos besos después.
Los pulsos de voluntades de dos bocas hambrientas... y no de comida.
La química que no se estudia en las aulas.
El canto de sirenas y la atracción fatal.
Ella y él .
Duelo de titanes.
¿Vencedores o vencidos?
¿Por qué?
¿Qué necesidad de contabilizar?...bajas, estaturas, contornos...
Enumerar.
¿Fui el primero?
Lo importante es ser el de ahora. El que ves, el que te mira.
El que te abrasa sin tocarte. El que jura hacerlo.
¿El último?,, a mí me suena a promesa que nunca se podrá cumplir.
Como aquel "para siempre" que se firma ante testigos. Mientras piensas si es una bendición o será una condena...
"Un anillo para gobernarlos a todos, un anillo para encontrarlos, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las sombras".
Si es que Tolkien lo sabía.
Lo sabía.
El poder del anillo y la forma que nos hace mutar.
Las eternidades. Su inmensidad y la facilidad con que se quiebran vínculos indisolubles.
La fe ciega.
La inquebrantable.
La que nació de un baile de mariposas en el estómago y quedó en una sensación aletargada por el tiempo, por el tedio ,por la cotidianidad...
¡Mírame como la miras a ella!
Con esa magia .
Siéntate a mi vera y sé el chico que dibuja constelaciones con los lunares de mi espalda.
Sé un poquito de éste , de ese y de aquel.
Podría ser el amor ...un menú a la carta.
Lleno de postres de nombres impronunciables.
De ésos que te arrancan suspiros y algún jadeo.
La jodida fruta prohibida en forma de esferificación.
¡Mátame ! pero de amor.
O de pasión.
O de ambas a una.
Pero mírame, como la miras a ella...
A la mujer que fui y ya no ves.
¡Mírame!
"No sabe el lobo que Caperucita va al bosque por él" ;)
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