La maldición de Freya.
"La pregunta no es quién me lo va a permitir, si no quién podrá detenerme"
Llevaba tiempo perdida dentro de un laberinto de: cotidianidad, de comodidad ,de tedio. Y buscaba un escape para no perder la poca cordura que aún le quedaba.
La acusaban de ser un ser racional.
Precisamente a ella, que vivía con la cabeza en las nubes.
Y aunque tuviera los pies anclados en la tierra, siempre andaba descalza.
Todo el día moviéndose siguiendo un son que solo ella conocía.
La imagen que uno se hace de alguien que a penas conoce, o que cree conocer.
Ella que era la reina de las historias imposibles.
La protagonista de todos aquellos cuentos que se contaba antes de dormir.
La misma que tenía sobre ella la maldición de la diosa Freya. La sensibilidad.
Su talón de Aquiles.
La bondad.
Su fe ciega en la humanidad cada vez más viciada, más corrupta, más desalmada.
Ella que creía aún que todo era posible con un poco de tesón.
La grandeza de la que tiene ESPERANZA.
Así, sin aliño.
La que últimamente tenía fantasmas que la acechaban. Y de los que no podía huir.
Tantos cursos de escapismo y creía que se había perdido la clase más importante.
La de querer salir realmente.
Una vez ,había visto a un Mago .
Uno buenísimo ,claro.
Metido dentro de una caja de metacrilato.
Atado con cadenas, por supuesto . Para darle más dramatismo supuso.
Como si tirarlo al Támesis no fuera ya suficiente.
Una vuelta más.
Siempre darle otro giro...por si...
Las vueltas de tuerca.
Precisamente el otro día ,a ella, la armaron con una 17.
Y le pedían con insistencia esa vuelta final.
Como un tiro de gracia, cuando has vaciado el cargador. Pero contra una tuerca.
-Para que no se afloje.
Como si fuera posible ...¡cuándo había hecho palanca hasta con el pie cuando nadie miraba!
Como el mago suicida aquel.
El del traje italiano.
Al menos , él moriría en brazos de Armani. Tampoco era un mal final.
Sin embargo había truco.
Nada de magia.
Sabía que no había misterio alguno.
Ni drama si me apuras.
Que el escapista ,tenía esperando bajo el río, una caterva de buceadores, botellas de oxígeno, el motor de 007 para llevarlo lejos.
Y aparecer en la siguiente toma. Seco,relamido y sin mácula en la cima del Big Ben.
Tampoco sé si era realmente así, pero es un resumir de lo que te crees y luego resulta.
Mentira.
Todo mentira.
La consabida letra pequeña.
Los trucos.
Las vueltas de la vida...
¡Cómo la tuerca del 17!
¡A ésa no la aflojan ni metiéndola en un camión de Coca-Cola!
La sensibilidad , la esperanza, deberían ser como esa tuerca.
Aferradas al tornillo y a la arandela.
No deberían verse como un fallo en tu ADN, sino la vuelta que toda tuerca necesita por si...
Ya saben un extra.
Pero no.
Resulta que sentir demasiado ya no queda bonito.
Ya no es atrayente.
No es una virtud.
Ven . Ella y su sempriterno: remar contra corriente.
La continua rebelde.
Con un corazón demasiado bonito para este mundo.
Un anacronismo.
Una maldita hija de Freya.
Pobre mujer ,nuestra protagonista.
La eterna contradicción.
La única disidente que perdura.
El último baluarte.
Ella la romántica.
¡De bolsillo!
Cualquier pésame ,remítanlo aquí.
romanticadebolsillo@gmail.com
¡Juro que no les miento!
Ella es, simplemente. Así.
😉
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