Quiero correr esas calles.

"Quédate con quien te besa el alma, la piel te la puede besar cualquiera" Tenía tatuada la piel y en el alma , llevaba otros iconos que no se irían aunque se le acabara esta vida. Sobre la mesa, una torre de papel. La torre de papel en blanco donde irían, impresas en sangre aquellas palabras que no le grité a tiempo. A ella. Vivo en este mundo, el de los miedos. Donde nace la prisa y mueren los "te quieros". Aquellos, que ya no diré. Los que se saltaron estaciones, diales, coordenadas...por el temor a escuchar de tus labios, la verdad que ya sabía antes. Déjame ser, hubiera podido decirte. Te hubiera asustado menos. Permíteme ser y te regalaré mil canciones, que llevarán tu nombre. Que lo hubieran llevado, como lo llevan ahora. No iba a suplicarte y sin embargo, aquí estoy viendo atardeceres que me debes. Que si pudiera, me los cobraría. Lo que daría por ver el ocaso reflejado en tus ojos, dorándote la piel. Entre mis brazos que hoy sé que tú creíste cárcel y yo ...